La inocencia y el maltrato animal

Hoy ha llegado mi gata a casa del veterinario con un collar isabelino. Por si no sabéis de qué se trata, un collar isabelino es el cono truncado de plástico que se le pone a los animales para que no se laman las heridas y puedan curarse más rápido.

En realidad, la culpa de su situación únicamente la tiene ella ya que, hace cosa de una semana, llegó a casa con una herida y, a base de lengüetazos, se la ha destrozado.

Aún así no puedo evitar que me de muchísima lástima e impotencia la manera en la que me mira como preguntando ¿por qué? Está triste y desanimada. No puede moverse porque se choca contra las paredes y aún no controla bien el peso del cacharro, así que al bajar la cabeza acaba arrastrándolo. (Eh, que algunas risas también me he llevado, pobrecita).

Ahora la tengo aquí, encima de mí, exhausta y dormidita. Por fin ha cogido su postura. Pero cuando quiere moverse necesita mi ayuda.

Todo esto, derivando un poco el asunto, me ha llevado a pensar en el eterno tema: los derechos de los animales.

La mirada inocente e interrogante que los animales nos dedican cuando les hacemos daño es, para mí, una de las cosas más dolorosas a las que me he enfrentado.

Los animales no entienden, no les puedes explicar que ponerles un collar es un tostón pero que es bueno para ellos. Mucho menos puedes explicarles que de su maltrato puedas extraer placer o que simplemente te cause indiferencia.

19041145694_e8aec60e18_z

Desde que tengo uso de razón he llorado más por los caballos en las escenas de batallas que por los soldados. A fin de cuentas, las personas sabemos de qué va el rollo que nos hemos montado en un mundo que NO sólo nos pertenece a nosotros. Ellos no entienden nada.

Los animales no se mueven por intereses, no quieren hacer daño al vecino por mera autosatisfacción. Ellos conviven en un sistema trófico en el que hay depredadores y presas, sin embargo, nunca cazarían más de lo necesario ni convertirían esa caza en una tortura.

Bear-hunters-kephart-nc1Stier_geveld5

Nosotros destruimos. Asesinamos. Disfrutamos con el dolor. Los colgamos de postes o los llevamos a una plaza donde, si la batalla fuera en igualdad de condiciones, a veces ganaría el animal. Los encerramos en cárceles inhumanas (qué curioso el término inhumano, da para otro texto entero), los abandonamos y nos creemos seres superiores de un mundo que estamos agotando por no haber aprendido nada de la tolerancia que se profesan entre ellos.

Elephant_mistreat_bincy6a00d8341c630a53ef0154356f5236970c

No están para divertirte, no están para maltratarlos. Son seres vivos, igual que nosotros; viven en La Tierra, igual que nosotros; algunos comen carne, igual que nosotros. Pero no son un juguete. Les debemos un respeto.

leonsito

Es imposible que seamos más ni mejor en un medio de esclavismo sistemático en el que despreciamos a todo lo demás.

Ahora podría continuar hablando de lo que me ha enseñado Miyazaki en sus películas, de lo mucho que me han ayudado mis animales a superar malos momentos, de su fidelidad, de su inocencia, de lo demostrado que está que la compañía animal es beneficiosa o de la necesidad que supone cuidar a las especies que nos rodean si queremos sobrevivir. Sin embargo, hace un par de días me encontré con esta foto en Facebook y creo que resume el tema de una manera bastante elegante.

13900145_1257197120981029_589950914653609684_n

Fuente: Facebook

El animal se pregunta por qué le haces daño,

porque él nunca lo haría.

Los padres que odiaban a sus hijos

Los padres que odiaban a sus hijos

Hoy quiero hablar del tabú que supone la realidad de que no todos los padres quieren a sus hijos o, incluso, de que existen padres que odian a sus hijos, los utilizan y los machacan para su propio beneficio o egolatría.

3 Comentarios

  1. anacentellasg

    Excelente! Son tan inteligentes, tan cariñosos, tan fieles… Un miembro más de la familia. Por favor, comportémonos más como animales, que el mundo funcionaría mucho mejor.

    Responder
  2. Bárbara - Carta De Buenas Noches

    Dios, no sabes cómo te entiendo. He tenido dos perritas en mi vida y son lo mejor que me han podido pasar. Desde luego que es una completa locura lo que hace mucha gente con los animales… Lo peor es que no se dan cuenta de que los verdaderos animales son ellos. Pero bueno…
    que me ha encantado.
    Que OLÉ por ti!

    Responder
    • buscandoacasiopea

      Muchas gracias, guapa. Y sí, es un horror lo que pasa con los animales, lo único que nos queda es defenderlos como podamos. Un beso!

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *