Gracias por marcharte

Gracias.

Gracias de verdad.

Gracias sin rencor.

Gracias por haberte ido y haberme permitido, así, recuperar mis metas, mis amigos, mis anhelos y mi alegría de vivir.

Gracias porque finalmente me abriste la jaula, como a un pájaro al que no se le quiere alimentar más, para dejar mi destino en mis manos.

Gracias por obligarme a enfrentar la libertad, aunque en un principio me asustara mucho. En algunos momentos llegué a sentirme la presa de un buitre que sólo busca carroña.

intro-005

Fotografía de Chema Madoz

Ahora, miro atrás y no siento dolor ni odio. Sólo agradecimiento por haber sobrevivido a ti y, de esa manera, haber aprendido qué es lo que quiero, pero sobretodo lo que no quiero, en mi vida.

Nunca más me apartarán de mis aficiones ni de mis objetivos. No volveré a permitir que se me diga que luchar por mis sueños es querer menos, o peor. No volveré a querer a nadie por encima de mí. Y eso también te lo debo a ti.

Me has enseñado que puedo reponerme, que soy fuerte y valiente. Me has forzado a mirarme en un espejo que llevaba años evitando, y lo único que he visto ha sido a alguien que quiere seguir adelante, cueste lo que cueste. Me has llevado al límite sólo para mostrarme que no existe cuando hay voluntad. Has acabado conmigo como una bola de demolición y me has allanado el terreno para construir más sólido, más resistente, más alto.

Por todo eso, gracias.

Porque sin ti no me habría sentido tan vulnerable como para dudar de mi firmeza.

Gracias porque si no te hubieras marchado, nada de esto habría pasado.

Gracias por este regalo.

A diferencia del elefante del cuento de Jorge Bucay, tiré de la estaca, y la arranqué.

Los padres que odiaban a sus hijos

Los padres que odiaban a sus hijos

Hoy quiero hablar del tabú que supone la realidad de que no todos los padres quieren a sus hijos o, incluso, de que existen padres que odian a sus hijos, los utilizan y los machacan para su propio beneficio o egolatría.

13 Comentarios

  1. Lord Alce

    Muy buena lección de vida, aprender de cualquier cosa que nos suceda, sea buena, sea mala, sea… lo que sea.

    Responder
  2. neofreemind

    Gracias a ti de verdad. Nos parecemos en gustos artísticos y aunque conozco a Madoz y a Bucay desde hace años, tu texto lo acompaña perfectamente con rabia y pasión. Tendremos más feedbacks seguro =O)

    Responder
      • neofreemind

        mmm acabo de llegar a Madrid el miércoles toco en la Fídula. Tu eres de Madrid?

        Responder
        • buscandoacasiopea

          ¡No! Soy malagueña, estudiando máster en la capital jajaja, ¿es una sala?¿sólo has venido para tocar?

          Responder
          • neofreemind

            Molan los malagueños, me imagino que conocerás al Kanka. Pues de vez en cuando lo puedes ver en la Fidula. Y sí es una sala. Vine de Barcelona a tocar y quedarme, aunque soy gallego.
            Curiosea pero atiende primero al master ajajja

          • buscandoacasiopea

            jajajajajajaja sí, lo conozco, es un personaje. Pues nada, muchísima suerte en tu nueva aventura, voy a atender 😎

  3. Anónimo

    Gran valentía demuestras. Esa fuerza te hará seguir tu camino en paz y con confianza.
    Enhorabuena a ti

    Responder
  4. davhierro

    Empatía pura, mientras leía, mis ojos se iban empañando, por el recuerdo de algo parecido que viví el año pasado.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *