Incertidumbres

El momento previo a que te den la bofetada.

Cierras los ojos y esperas que sea rápido, ni siquiera piensas en el dolor, sólo deseas que pase, y que pase cuanto antes.

Y a medida que transcurre el tiempo, más se dilata, más irreal parece. Menos control te queda.

La incertidumbre de saber si va a existir o no ese golpe, mata.

Entornas los ojos y ves el brazo levantado, ahí enfrente, cada vez más arriba, con más recorrido hasta tu cara.

Dalo, joder, dalo ya. Que me pueda marchar con tu mano marcada, pero con el miedo superado. Libérame. Permíteme dejar este instante atrás.

Entonces se relajan los músculos y te yergues, abriendo los ojos, pensando que quizá sólo era una amenaza o, por qué no, quizá nunca ha habido nada que temer y todo estaba en tu cabeza, pero

PLAF

Y, por fin, llega la calma.

¿No?

https://www.youtube.com/watch?v=0APX6DoX-Z8

El tiempo de Oreo

El tiempo de Oreo

Lo malo de los animales es que viven menos que nosotros. Lo peor es que ellos no son conscientes.

El amigo del revés

El amigo del revés

Juan tenía un amigo desde la infancia. Se llamaba Otto. Todos los días, cuando estaban en edad de ir a Primaria, caminaban juntos hacia la escuela. A Juan, Otto le parecía un chico divertido, aunque un tanto extraño.

La visita

La visita

Tenía la vista fijada en el suelo sin querer levantarla y encontrarse con sus ojos. Mirarlos era aceptar que no eran los mismos que vivían en sus recuerdos.

—Hueles a muerto. Más que de costumbre —fue lo único que acertó a decir él mientras abría la puerta para dejar que pasara dentro de casa.

Ganarse el salario

Ganarse el salario

El hombre, apoyado en la pared, miraba a través de un pequeño hueco que quedaba entre el cristal y la pesada contraventana de madera entornada. Cuando Lola la empujó para cerrarla, casi le pilla la nariz a su marido.

4 Comentarios

  1. Jose Luis Ramos Saavedra

    He reblogueado a Imagina que escribes, pero me he dado cuenta que he escrito mal la última palabra y que, además, sobre todo, puede no entenderse que me refiero al éxito merecido de su blog, Casiopea.

    Responder
    • Buscando a Casiopea

      Muchas gracias por el gesto, un detalle que me hace mucha ilusión. ¡Te sigo en el otro entonces!
      Un saludo 🙂

      Responder

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