Big Little Lies: descubriendo la sororidad

Juego de Tronos, The Young Pope y The Handmaid’s Tale llevan la firma de HBO. Las mejores series de la época están saliendo de esa casa, aunque por precio y tamaño de catálogo se vea superada por Netflix. El logo de HBO entre nieve antes de un capítulo es sinónimo de calidad. Entonces, ¿dónde entra Big Little Lies, una serie resumida como “comedia negra que cuenta la historia de tres madres con una vida aparentemente perfecta que desemboca en asesinato”? Pues entra en el momento en el que es mucho más que eso.

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Es cierto que estamos ante una comedia negra sobre la aparente perfección en la vida de tres madres. Sin embargo, en la era del #metoo, esta productora vende una historia “para mujeres”, en rosa sobre blanco, que, sobre todo, es una lección de sororidad tan efectiva como realista.

Madeline (Reese Witherspoon), Celeste (Nicole Kidman) y Jane (Shailene Woodley), tres mujeres americanas de diferente estatus social, comparten la clase a la que van sus hijos. Alrededor de los deberes de la maternidad forjan una amistad que las lleva a defenderse y a apoyarse entre ellas. Hasta aquí, nada diferente a otras series o películas pensadas para el público femenino. La diferencia reside en que no son abnegadas, ni sus hijos colman su felicidad, ni son personajes moralmente perfectos. Son reales.

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Alguien ha matado a alguien. No sabemos ni quién ni por qué. Solo conocemos que ellas tres, de alguna manera, están implicadas. A través de escenas sobre una rueda de prensa de la policía y varios interrogatorios a testigos, se despliega el móvil del suceso. Poco a poco, sin prisas, hay que contarlo todo y todo es importante.

De cualquier forma, y sabiendo esto, el relato así planteado permite que nos olvidemos un poco del suceso que parece central para sumergirnos en la cotidianidad de la vida de Madeline, Celeste y Jane. Tres personajes cuya realidad está llena de abandono, maltrato, violencia, frustración y mentiras. Las tres luchan por permanecer en el papel estereotipado que han aprendido y aprehendido en una sociedad machista y que, por supuesto, no se plantean cambiar. No es una serie dramática, sino una serie sobre el drama cotidiano de todas las mujeres en cualquier parte del mundo, sin importar edad, condición económica o estado civil.

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Estas mujeres se pelean con mujeres, desconfían de otras mujeres, guardan las palabras soeces para las personas de su mismo sexo y relegan a sus maridos a un rol pasivo y minusválido en los asuntos domésticos y paternales. Así han sido enseñadas y así se sienten seguras, hasta que se percatan de que el enemigo no está en su mismo lado y se desmoronan creando personajes fuertes y definidos. Personajes que, cómo podría ser de otra manera, no salieron de la mente de un hombre, sino de Liane Moriarty, autora de la novela original.

La solución a todos esos problemas la encuentran en la sororidad, en la hermandad y comprensión entre todas ellas producto de una empatía que solo puede ser provocada por la experiencia compartida. La sororidad las pone en jaque, las impulsa a cambiar la forma de entender su realidad, las aboca a un estado de seguridad que todas necesitaban, pero les estaba vetado por su educación.

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Big Little Lies habla del descubrimiento paulatino de la sororidad, rodeándolo de actrices que defienden sus papeles de una forma impecable, con una banda sonora maravillosa y un lenguaje cinematográfico moderno y original. Big Little Lies es una serie de mujeres para mujeres, porque es curativa y reveladora. Es necesaria.

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3 Comentarios

  1. marguimargui

    Me encantó cuando la vi. Muy buena, dejando con ganas de más
    Un beso

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  2. Andrea

    Esta serie es genial, no me pudo gustar más. Menos mal que pronto habrá nueva temporada👏👏
    Buena entrada 😊

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