El Templo de Debod fue un regalo del gobierno egipcio a España, trasladado debido a la construcción de la presa de Asuán.
Siempre me ha parecido que tiene algo mágico, como un huésped desarraigado que ha cruzado el tiempo y el espacio. No quiere estar aquí, no debería estarlo. Lo miramos como a un rehén decorativo con síndrome de estocolmo.

Templo de Debod. Parque del Oeste, Madrid.
Creo que llevas razón. Una historia titulada algo así que como: «La diosa egipcia que se enamoró de Madrid. Y que fue correspondida». Espero que Amón no se enfade 🙂
Más bien fue una diosa traída en contra de su voluntad, pero bueno, ya se sabe que con estas cosas… lo poco que se puede hacer es cuidarlo.
Je… Casualmente, el martes pasado hice una visita exprés a la villa y corte y, como tenía un rato libre y estaba por ahí cerca, aproveché para visitarlo 😉
¡Pues es vecino mío!