Bastará con recordar

Estoy en la terraza, bajo un sol de abril malagueño, esperando a que aparezcas.

Tengo un café y un cigarro liado para mí, pero yo sé que tú prefieres un Colacao frío, con grumitos y galletas. Aquí lo tienes, solo has de venir.

Suena el primer disco de El Canto del Loco en el equipo del salón y tengo entradas para ver Un puente hacia Terabithia en el cine, esta tarde, cuando ya apetezcan palomitas. También he comprado el último libro de Memorias de Idhún, que sé que te mueres por saber cómo termina la historia. Podemos leerlo juntas, si quieres. Yo me muero por saberlo todo acerca de las historias que hoy construyes en tu cabeza: ¿dónde las has cazado?, ¿hacia dónde crees que van a crecer?, ¿cómo consigues seguir, siempre y tan natural?, ¿te sale solo?

¿Cómo lo haces?

No me malinterpretes, no es un soborno. Solo intento que te sientas querida y cómoda, que notes que eres bienvenida; porque, cuando te asustas, te escondes rápido y es difícil conseguir que vuelvas a asomarte por alguna rendija. Y hace tiempo, mucho tiempo, que no te veo.

Ven, siéntate conmigo y háblame de ti, de lo que te preocupa y te ilusiona, de lo que te emociona y te enfada, de la intensidad con la que vistes lo bueno y lo malo de tu vida. Háblame de tu garra, de tu pasión, de la saturación de los colores que te rodean, del olor de la vida cuando hay ganas.

Háblame de todo eso, que cogeré apuntes y, cuando los pase a limpio, no tendré que estudiarlos, bastará con recordar.

¡Ah! Y, por si acaso dudas, traigo una declaración firmada donde prometo que nunca más dejaré que te hagan daño.

No somos tan distintas. Ayúdame a no olvidarlo.

¿Qué? Entonces, ¿vienes?

Más allá del azul

Más allá del azul

¡Hola a todos! Os dejo por aquí el relato con el que me he presentado al XIII Premio Joven de relato corto El Corte Inglés.

Los padres que odiaban a sus hijos

Los padres que odiaban a sus hijos

Hoy quiero hablar del tabú que supone la realidad de que no todos los padres quieren a sus hijos o, incluso, de que existen padres que odian a sus hijos, los utilizan y los machacan para su propio beneficio o egolatría.

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