Gracias.
Gracias de verdad.
Gracias sin rencor.
Gracias por haberte ido y haberme permitido, así, recuperar mis metas, mis amigos, mis anhelos y mi alegría de vivir.
Gracias porque finalmente me abriste la jaula, como a un pájaro al que no se le quiere alimentar más, para dejar mi destino en mis manos.
Gracias por obligarme a enfrentar la libertad, aunque en un principio me asustara mucho. En algunos momentos llegué a sentirme la presa de un buitre que sólo busca carroña.

Ahora, miro atrás y no siento dolor ni odio. Sólo agradecimiento por haber sobrevivido a ti y, de esa manera, haber aprendido qué es lo que quiero, pero sobretodo lo que no quiero, en mi vida.
Nunca más me apartarán de mis aficiones ni de mis objetivos. No volveré a permitir que se me diga que luchar por mis sueños es querer menos, o peor. No volveré a querer a nadie por encima de mí. Y eso también te lo debo a ti.
Me has enseñado que puedo reponerme, que soy fuerte y valiente. Me has forzado a mirarme en un espejo que llevaba años evitando, y lo único que he visto ha sido a alguien que quiere seguir adelante, cueste lo que cueste. Me has llevado al límite sólo para mostrarme que no existe cuando hay voluntad. Has acabado conmigo como una bola de demolición y me has allanado el terreno para construir más sólido, más resistente, más alto.
Por todo eso, gracias.
Porque sin ti no me habría sentido tan vulnerable como para dudar de mi firmeza.
Gracias porque si no te hubieras marchado, nada de esto habría pasado.
Gracias por este regalo.
A diferencia del elefante del cuento de Jorge Bucay, tiré de la estaca, y la arranqué.
13 respuestas a “Gracias por marcharte”
Empatía pura, mientras leía, mis ojos se iban empañando, por el recuerdo de algo parecido que viví el año pasado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues arriba, siempre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Enhorabuena, nos llenas el alma
Me gustaMe gusta
Gran valentía demuestras. Esa fuerza te hará seguir tu camino en paz y con confianza.
Enhorabuena a ti
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, ‘Alguien’
Me gustaMe gusta
Gracias a ti de verdad. Nos parecemos en gustos artísticos y aunque conozco a Madoz y a Bucay desde hace años, tu texto lo acompaña perfectamente con rabia y pasión. Tendremos más feedbacks seguro =O)
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Claro que sí! Además, Madrid es muy inspiradora 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
mmm acabo de llegar a Madrid el miércoles toco en la Fídula. Tu eres de Madrid?
Me gustaMe gusta
¡No! Soy malagueña, estudiando máster en la capital jajaja, ¿es una sala?¿sólo has venido para tocar?
Me gustaMe gusta
Molan los malagueños, me imagino que conocerás al Kanka. Pues de vez en cuando lo puedes ver en la Fidula. Y sí es una sala. Vine de Barcelona a tocar y quedarme, aunque soy gallego.
Curiosea pero atiende primero al master ajajja
Me gustaMe gusta
jajajajajajaja sí, lo conozco, es un personaje. Pues nada, muchísima suerte en tu nueva aventura, voy a atender 😎
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buena lección de vida, aprender de cualquier cosa que nos suceda, sea buena, sea mala, sea… lo que sea.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tus comentarios, siempre tan motivadores 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona